La semana pasada fué un poco caótica para mi. Con mi resfriado de narices, y cuando digo narices me refiero a NARICES con mayuscula , el comienzo de las clases de Administración y finanzas al que me apunte despúes de 22 años sin estudiar , mis hijos , la casa, comidas , compras y demás...me vi convertida durante esa semana en la protagonista de "Mujeres al borde de un ataque de nervios". Menos mal que mi marido es un cielo y además de trabajar me ayuda en todo lo que puede y sabe soportar mis momentos de crisis.
Hace tiempo le había prometido a mi sobrina Irene hacerle una tarta para el día de su cumpleaños ,¡y como no! ,coincidió con mi semanita. Asi que mi resfriado, mi cacao mental, mis nervios y yo, nos pusimos manos a la obra para que a Irene no le faltase su tarta. Ella tenía claro que la tarta llevara una muñeco Littlest pet shop, concretamente un pingüino que a ella le gusta mucho. Y es que no se que tienen esos muñecajos que hasta a mi me gustan. El resto de la tarta pura ambientación.
El bizcocho es un brownie de chocoloate blanco, calada con almibar de canela y relleno de ganaché de choco blanco y swiss meringue buttercream de cacao con la cual también cubrí la tarta.
Para decorarla y forrarla fondant de leche condensada mezclado con fondant de nubes.
A ella le gustó mucho y eso para mi ya es una recompensa al trabajo.
Para mi gusto, mucho que mejorar, pero las prisas es lo que tienen.
¡¡FELICIDADES IRENE!!
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